Como ya hice el año pasado, esta noche he robado horas a la madrugada para ver en directo la 84º gala de entrega de los premios Oscar de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
La audiencia de este espectáculo se calcula en torno a las 1000 millones de personas. Una noche en donde la industria del entretenimiento estadounidense se dedica a una de las cosas que mejor se le da: autohomenajearse.
El desarrollo de la entrega ha sido correcta y previsible. En dos frases: Gran triunfadora: The Artist. La Invención de Hugo arrasa en los apartados técnicos.
Billy Crystal sigue demostrando que, a pesar de la cirugía estética, es el mejor presentador de los Oscar. Poco margen para la improvisación, pero llevó el espectáculo a su terreno.
Así, la gala ha transcurrido de forma fluida. Duración: 3 horas 10 minutos. A la historia han quedado relegadas las galas de 5-6 horas con las que veías amanecer. Todo gracias a internet y el zapping, que impiden programas largos y tediosos.
De pie se puso el auditorio en la entrega de los dos Oscar a los actores de reparto: Octavia Spencer, por The Help, y Christopher Plummer, un premio por toda su excelente carrera y su veteranía(82 años). También se dedicó una emotiva ovación tras el espectáculo de Cirque de Soleil, realmente merecida. Ha sido el mejor show que he visto en el escenario del Teatro Kodak.
Como ya he mencionado al principio, a The Artist le ha correspondido la parte del león en cuanto a premios: Mejor Película, Mejor director(Michel Hazanavicius), Mejor Actor(Jean Dujardin), Mejor Banda Sonora y mejor Vestuario. Por supuesto, considero merecídisimos cada una de las estuillas. Pocas películas me han entusiasmado tanto, como resalte en mi entrada sobre la misma.
Michel Hazanavicius |
Jean Dujardin |
Y La Invención de Hugo, la cinta en la que Martin Scorsese rinde un nostálgico homenaje al cine usando la más moderna tecnología 3D, se ha llevado seis oscars a sus apartados técnicos. La Academia ha dejado de premiar a Scorsese debido a que ya lo hizo por una cinta inferior como es Infiltrados.
El oscar a la mejor actriz ha ido directo a la mejor actriz viva: Meryl Streep. Su excepcional interpretación de la gran lider del mundo libre Margaret Thatcher es de esas en las que se debería enviar el oscar por correo directo. Y que gran señora, recordando a su maquillador en ¡37! películas, y que acababa de recoger el premio por su trabajo en La Dama de Hierro.
Para mí la sorpresa de la noche fue el Oscar al guión original a Woody Allen. Primero, porque una historia fantástica no es precisamente santo de la devoción de la Academia, y segundo, porque Woody Allen nunca asiste a la ceremonia de los Oscar: tiene que tocar jazz. Sólo ha estado una vez: en 2002 para presentar un homenaje a su amada Nueva York tras los salvajes atentados del 11-S.
Comparada con la gala del año pasado ha sido mucho mejor. Con respecto a los presentadores que entregaban las estuillas las mejores fueron Emma Stone, con un desparpajo impresionante, el duelo de traseros de Jennifer Lopez y Cameron Diaz y el elenco de La Boda de mi Mejor Amiga.
Para ver el palmares completo, ir a este enlace.