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martes, 8 de noviembre de 2011

Los libros de Marc Levy (4): Los hijos de la libertad.

Bueno, ahora le toca el turno al libro de Marc Levy que más me ha gustado, y considero el mejor desde todo punto de vista: Los Hijos de la Libertad. Pero como siempre, antes una breve sinopsis:

Dos jóvenes hermanos se unen en 1943 a la resistencia francesa en la ciudad de Toulouse. Empieza una nueva vida en la que se encuentran en constante peligro, pero forjan relaciones inquebrantables con sus compañeros. 



Como es evidente, ésta no es una novela romántica, sino histórica. Los dos jóvenes que entran en la célula de resistencia eran el padre y tío de Marc Levy, Raymond y Claude. Este libro es un homenaje a estos dos héroes que se enfrentaron a circunstancias extraordinarias.

¿Por qué es mi libro favorito de Levy?. Primero, por el tema. Soy un apasionado de la historia, y con una fijación especial por la Segunda Guerra Mundial. Segundo, se nota el interés personal del escritor en la historia. Esto se expresa con la elección de la primera persona como medio narrativo. Su prosa tiene un inusitado rigor y viveza. Tercero: dada la historia, prácticamente todas las páginas están marcadas por la acción, el suspense y la tensión. A esto se añade el saber que es una historia real, que los personajes que aparecen no son fruto de la imaginación del  autor, sino personas de carne y hueso que vivieron esas situaciones.

Podría seguir enumerando razones ad infinitum, pero eso es imposible. Así que voy a continuar hablando de lo que me gusta esta novela

Es pavoroso lo jóvenes que son los miembros de la resistencia. Adolescentes de 16, 17 años, poco más los otros. Yo, que tengo trato habitual con personas de esa edad, se me encoge el alma al pensar en cómo estos resistentes cometían atentados, sabotajes, tareas de información, arriesgándose a la tortura, la cárcel y la ejecución.

Un mérito inmenso de Levy, influenciado por su faceta romántica, es la de intercalar episodios que destacan las relaciones que se establecen entre los miembros de la célula. Narra sus sueños, los amores que surgen en medio de circusntancias desesperadas, de estos héroes y heroínas que lucharon contra el ejército de ocupación nazi.

Y lo que me ha parecido soberbio es la osadía y valentía de Marc Levy al retratar el colaboracionismo imperante en la Francia ocupada y la villanía de los elementos más poderosos de la resistencia francesa.

Un poco de información: la historiografía francesa tiene por costumbre obviar los aspectos desagradables de su periplo histórico. Según los franceses, Luis XVI era un gran rey, Robespierre un político genial, Napoleón un gran conquistador. Vamos, que todo es fantástico en la historia francesa. Llegan a ponen la derrota de Bailén como una victoria en el Arco del Triunfo de París....

Y después de la Segunda Guerra Mundial, han estado intentado vender la burra vieja, ciega y coja de que desde que se rindieron a los alemanes en junio de 1940, en toda Francia hubo un masivo rechazo a la ocupación. Pero la realidad es bien distinta.

El pueblo y las instituciones francesas fueron las más colaboracionistas después de los noruegos. Si no, hubiera sido imposible enviar a tantos cientos de miles judíos y represaliados políticos franceses y refugiados de otras países a los campos de concentración. No empezó a haber una resistencia real hasta mediados de 1942, y no fue significativa hasta el principio de 1944. 

Además, llegado el momento de la liberación, los miembros de la resistencia fieles a De Gaulle, dejaron caer en manos de los nazis a las células comunistas o socialistas, casi con alegría. Ejemplo de esto es el caso de los comunistas parisinos en agosto de 1944.

Para terminar quiero hacer hincapié en el valor de esta lectura. Aprendes historia real, empatizas totalmente con los protagonistas, y hay líneas de genuina emoción. Apenas tardé tres días en leerlo. 

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