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domingo, 9 de octubre de 2011

Premio Nobel de Física 2011.

El premio Nobel de Física de este año ha sido otorgado muy merecidamente a Saul Perlmutter, Brian P. Schmidt y Adam G. Riess por uno de los mayores descubrimientos de las últimas décadas: que la expansión del universo se acelera.

No hace tanto, menos de 100 años, la comunidad científica pensaba que el universo se limitaba a nuestra galaxia, la Vía Láctea. Fue Edwin Hubble, armado con los grandes telescopios del monte Wilson y Palomar, y usando placas fotográficas, el que descubrió que había más galaxias aparte de la Vía Láctea. En realidad, miles de millones de galaxias.
 
Edwin Hubble en el Telescopio del Monte Wilson

No sólo eso. Hubble se percató de que la inmensa mayoría de las galaxias se alejaban de nosotros. ¿Cómo supo esto?. Gracias al corrimiento al rojo. O mejor dicho, el efecto Doppler. Este es un fenómeno con el que estamos muy familiarizados. Cuando oímos un coche pasar a nuestro lado, notamos, que cuando venía hacía nosotros, el sonido era más agudo que cuando se aleja. Esto es producido porque el coche se mueve.  Ved el video




Lo mismo pasa con la luz. Si se mueve hacia nosotros, el objeto lo vemos más azul, y si se aleja, lo veremos más rojo.

¡Eh, pero eso no pasa con el coche!. Para que podamos observar el efecto Doppler en la luz, el coche tendría que moverse a una velocidad cercana a la luz. Como es obvio, no hay objeto en La Tierra capaz de esta celeridad.

Pero las galaxias lejanas sí se mueven lo suficientemente rápido para que se vea. Se nota en las líneas en que se puede descomponer la luz de estas galaxias(como cuando hacemos pasar la luz blanca por un prisma y vemos el arco iris). Estas líneas se desplazan hacia el rojo, como se ve en la imagen 


Volviendo a Hubble, éste evalúo la magnitud del corrimiento al rojo de cada galaxia que observó, y llegó a una fantástica conclusión: el corrimiento al rojo era tanto mayor cuánto más lejos estaba la galaxia. Esto significaba que se alejaban unas de otras cada vez más rápido, como trozos de metralla de una bomba: el Big Bang. La cantidad concreta que relaciona la velocidad de una galaxia y su lejanía de nosotros se llama constante de Hubble.

Así que una de las tareas de los astrónomos del siglo XX ha sido calcular la constante de Hubble. Para ello se necesitaba poder determinar de forma precisa la distancia hasta las galaxias lejanas. Se esperaba que la fuerza inicial de Big Bang hubiera disminuido por culpa de la gravedad. Se asumía que la gravedad estaba frenando lentamente a las galaxias.

Pero usando un nuevo método basado en las supernovas Ia(un tipo de brillantísima explosión en sistemas binarios formados por una enana blanca y una estrella, que siempre emite la misma cantidad de luz), se reveló en 1999 algo increíble, sorprendente: que el universo se aceleraba. 

Explosión de una supernova tipo Ia
 

Es decir, que desde que empezó el universo, hay "algo" que empuja cada vez más lejos y más rápido a las galaxias unas de otras. Y las comillas están muy bien puestas: los científicos no tienen ni idea de que es lo que produce este fenómeno. Pero si saben una cosa: que ese "algo" es el 73% del universo. De momento se le llama energía oscura.

Como además el 23 % de la materia es oscura, sólo el ¡4%! del universo es la materia y energía que vemos de forma cotidiana. Es como si estuvieramos montados en un bote en medio del mar, en una noche oscura, y no supieramos de que esta hecho ni el mar, ni el bote. Sólo notamos el batir de las olas.

El premio Nobel se le ha dado a Saul Perlmutter por ser el autor del trabajo original , y a Brian P. Schmidt y Adam G. Riess por corroborar los datos aportados por a lo largo de la pasada década.

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