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miércoles, 5 de octubre de 2011

Crítica de cine: La Boda de mi Mejor Amiga.

Ahora le toca el turno a la segunda película que vi la semana pasada: La boda de mi mejor amiga. Un primer apunte: ¿en qué estaba pensando el distribuidor cuando cambio el perfecto nombre original (Bridemaids, damas de honor) por un nombre tan artificioso?. La respuesta es crear una falsa asociación entre ésta y el éxito de Julia Roberts La boda de mi mejor amigo.




Pero me centro en mi opinión sobre este título. Las críticas no la ponían mal, y recomendé a mi hermano a ir a verla. Y su disgusto por la misma me causo cierto desasosiego. Así que opté por posponer su visionado hasta casi el fin del verano.

La película ha sido uno de los grandes éxitos de la temporada veraniega en USA. Es lo que se denomina un sleeper: película de presupuesto reducido que bate records en las taquillas. Ejemplos de esto son Paranormal Activity o Mi gran boda griega.

Uno de los calificativos que más me fastidian al hablar de cine es esa etiqueta de es "una película de hombres" o es una "película de mujeres". Una cinta es buena o mala, entretenida o no, independientemente del sexo de los espectadores. Otra cosa son las afinidades personales, o la influencia de tu círculo social, que te hacen preferir una película sobre otra. Esto lo menciono porque me harté de oir que La boda de mi mejor amiga era una "película de mujeres".

Procedente de la factoría creada por Judd Apatow, el tipo de comedia a la que pertenece la cinta se puede calificar de humor grueso, aunque no en todos los segmentos de la historia se utiliza este tipo de humor. Por lo que cualquier persona que sea sensible a referencias escatológicas o sexuales, que se abstenga de ver esta película.

En general, aunque la trama es un tanto floja, al igual que las situaciones cómicas, la narración sale adelante gracias a las estupendas interpretaciones de las actrices que constituyen el elenco, a destacar la maravillosa Kristen Wiig, una comediante forjada como tantos otros en el programa Saturday Night Live.

La dirección es meramente convencional, y se limita a poner la cámara para que los diálogos e intrepretaciones de las actrices realicen el trabajo duro. No veremos aqui gags visuales o físicos. Todo esta basado en el guión y la expresión corporal de las intérpretes.

El resultado es una comedia mediana, que no siendo excelente, supone una hora y media divertida. Y no es un sufrimiento atroz para novios o amigos arrastrados por las féminas de su círculo de amistades (como sí es el caso de "Sexo en Nueva York" o la saga Crepúsculo).

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