Esta entrada es oportuna, ya que la semana pasada, el premio Nobel de Economía y uno de los pensadores de izquierda más eminentes, Paul Krugman, dijo que la solución a la crisis económica mundial es una invasión extraterrestre. Tal cual y en serio.
Paul Krugman |
Pero las posibilidades de semejante desgracia son remotísimas, para frustración de Krugman y acólitos.
Como ya señale en el anterior post, las civilizaciones inteligentes y tecnológicas son raras. Esto en primer lugar, pero hay muchas más razones.
Para invadir La Tierra, los alienigenas deben poseer tecnologías capaces del viaje interestelar en un plazo razonable de tiempo. Y esto es increíblemente complicado. Las distancias, el vacío, la falta de energía, son problemas de una magnitud inimaginable. Así que plantearse llevar tropa y armas y naves hasta otra estrella es para pensarselo.
Pero lo crucial es que creemos que los planetas, sobre todo La Tierra, son lo mejor de lo mejor. Pero es posible que para un viajero interestelar, los planetas sean lugares inhóspitos del que es difícil sacar recursos, cuando se pueden sacar iguales recursos de forma más fácil de cometas y asteroides, o lunas. Es más sencillo debido a la energía necesaria para contarrestrar la gravedad. Y una civilazión capaz del viaje interestelar tiene los medios necesarios para explotar tales cuerpos.
Cualquier militar explica en caso de guerra, lo fundamental es la logística. En caso de invasión extraterrestre, éstos tienen que haber llevado consigo la totalidad de los repuestos que van a necesitar.
Y hablando de militares, las academias y estados mayores de los principales ejércitos del mundo han efectuado simulaciones de ataques alienigenas, y todas tienen un mismo resultado: una derrota total para los humanos. Lógico, ya que estos enemigos nos superarán en capacidad armamentística de largo.
Además se ha concluido que cualquier estrategia defensiva en caso de guerra interestelar está condenada al fracaso. La tecnología militar de dos civilizaciones enfrentadas a tal nivel hace que posean armas terribles. Incluso si un sistema defesivo tiene una eficacia de 99,99%, al enemigo sólo le resta enviar mil naves para que sólo una pueda provocar una catástrofe definitiva. Y una eficacia tal es costosísimo de construir y mantener porque hay que abarcar todo el espacio, las tres dimensiones.
Por ello, películas como Avatar, no se corresponden con un fututo plausible. Ya cuando la vi, dije que uno de sus principales defectos del guión es que la tecnología empleada por los humanos en el planeta Pandora era muy baja. Era más fácil extraer el mineral de otras partes del sistema. Y por supuesto, los Na'vi, los nativos azules de Pandora, no hubieran tenido la más mínima posibilidad.
Y ahora voy a reproducir una de las cosas más curiosas que he leído en la ciencia ficción, la clasificación de alienígenas recogida en La Voz de los Muertos de Orson Scott Card.
Utlanning: los humanos residentes en un mismo mundo. En nuestro caso, todos los habitantes de La Tierra.
Framling: los humanos que habitan otros mundos, es decir, en el caso de que se efectúe una colonización en el futuro.
Raman: entidades inteligentes xenomórficas(verdaderos alienígenas) cuya cultura y civilización permiten la convivencia con los humanos. Un ejemplo perfecto sería los vulcanos de Star Trek.
Varelse: Entidades inteligentes xenomórficas sin capacidad de comunicación o convivencia con los humanos. Un conflicto con ellos sería inevitable.
Los invasores de las películas serían, sin duda, varelse.
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