Estos días hemos asistido a un espectáculo bochornoso, sonrojante, indignante. La forma en que los medios de comunicación, sobre todo europeos, han tratado el asunto de la catástrofe en el Japón y la crisis en la central de nuclear de Fukushima , es para dejar de confiar en "el cuarto poder".
Cabalgando en una ola de desinformación y alarmismo, los periodistas han focalizado todos sus esfuerzos en inflar la situación en los reactores nucleares japoneses, en vez de atender las repercusiones directas y trágicas del terremoto y el tsunami que ha azotado a Japón. Los miles de muertos, desaparecidos, heridos y damnificados se diluyeron en la nada periodística, o fueron casi atribuidos a los efectos de contaminación radiactiva.
Tal oportunismo ha sido aprovechado por políticos cortoplacistas para atraer a su fuero el actual debate sobre la energía nuclear. El ejemplo más sangrante es el del comisario de energía europeo, Günther Oettinger, afirmando el "inminente apocalipsis" en el territorio japonés, con una repercusión terrible en las bolsas europeas. Deberían clavar su cabeza política en una pica ante tamaña irresponsabilidad.
El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger |
Pero lo que más rabia me da, es que, a la vista del positivo progreso de la emergencia nuclear japonesa, ahora los focos de los medios se dirigen a la intervención en Libia. ¡Como si no nos fuéramos a dar cuenta!. Como no se han cumplido sus previsiones catastrófistas basadas en prejuicios e ignorancia supina, se agarran a la guerra al tirano Gadafi como tabla de salvación para no ponerse en evidencia. ¡Qué vergüenza!.
Y ahora me refiero un poco a la actuación en Libia. Menos mal, pero hubiera sido mejor hace tres semanas. Esta lentitud es intolerable. Ese plácet de la comisión de seguridad de la ONU, esa institución en la que la tiranía libia llegó a ser presidente de la comisión de derechos humanos, requerido por nuestros políticos pusilánimes para actuar, cuestan vidas inocentes, y sobre todo, prestigio y legitimidad.
Consejo de Seguridad de la ONU |
Una sociedad libre y democrática tiene que estar en guerra constante contra las tiranías, la mayor parte del tiempo usando medios no bélicos, pero no dudando ni un segundo en usar las fuerzas armadas. Ya lo dijo Thomas Jefferson: "El árbol de la libertad es regado periódicamente con la sangre de patriotas y tiranos."
Thomas Jefferson(1743-1826) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario