La respuesta a la pregunta del título es un rotundo no. Pero comprendo que la sensación que podemos sentir es que sí, que ahora nos azotan más desastres naturales. Y en esta entrada voy a dar algunas razones para esta percepción.
En primer lugar, hay muchas personas en el mundo, más de las que ha habido en ningún momento de historia. Este año, logramos el hito de los 7.000 millones de humanos en el planeta. ¿Esto que implica en cuestión de desastres?. Pues que las personas tienen que vivir en algún sitio, y esto supone la ocupación de tierras que nunca se han habitado, y que presentan diferentes riesgos naturales (inundaciones, seísmos, tormentas, etc.)
Otra de las consecuencias de la cantidad de gente en la Tierra es que la densidad de población en muchas zonas ha aumentado. Si estas zonas están situadas bajo un riesgo natural determinado, cuando se produce la catástrofe el número de víctimas afectadas es mucho mayor que cuando su densidad poblacional era más baja.
Y, por supuesto, los medios de comunicación existentes en la actualidad. Estos permiten conocer estos aciagos acontecimientos con una celeridad e inmediatez impensable en décadas anteriores. Sin contar que para un comunicador, una mala noticia es la mejor de las noticias. Pocas veces veremos telediarios, periódicos, radios, internet, poniendo el foco en noticias positivas, salvo si buscan la lágrima fácil.
Aunque los terremotos, tsunamis, huracanes, tornados, etc. son fenómenos catastróficos y espectaculares, el desastre natural que causa más daños materiales y personales son las inundaciones, ya que éstas se producen de forma cosntante a lo largo de año en cualquier punto del planeta.
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