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domingo, 13 de marzo de 2011

El carbón: moderna extracción y combustión

Con esta entrada finalizo la serie que he dedicado al consumo de combustibles fósiles. Y esta va sobre el carbón. Me acabo de dar cuenta que debería hablar también del gas natural y los hidratos de metano, pero ya estoy cansado del tema. Así que otra vez será.

Mientras que sobre las reservas de petróleo siempre se está discutiendo si se agotarán en las próximos años, décadas, etc., sobre el carbón no existe tal polémica: se sabe que tenemos reservas de carbón para los próximos siglos.

El problema del carbón es de otra índole: es, con mucho, la fuente de energía más contaminante. No me refiero a sólo dióxido de carbono, sino a gases como el dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, fósforo y arsénico u otros. Y es que al quemar carbón, del tipo que sea, se queman sus impurezas, que son lo que producen estos residuos gaseosos.

¿Se puede minimizar este impacto negativo en la salud medioambiental y humana de la energía procedente del carbón? Sí. De hecho, las técnicas disponibles para ello no han parado de avanzar desde el siglo XX.

La aplicación de estos avances en la combustión del carbón no son baratos de incorporar, pero compensa a la larga debido al aumento del rendimiento energéticico (energía que se saca de cada tonelada de carbón) y a la moderna extracción del mineral, que permite costes bajos gracias a la máximización de la maquinaria minera(camiones de 400 toneladas, grúas de carga de 80 metros de altura, etc).
Camión de 400 toneladas


En la actualidad, se está llevando a cabo toda una transformación en las plantas de energía térmica con las tecnologías de combustión en lecho fluido y gasificación. La primera consiste en combinar el carbón con un lecho fluido(mezcla de piedra caliza, cenizas, etc.) en donde el carbón se consume con un mejor rendimiento energético y produciendo menos contaminantes gaseosos. En la segunda el carbón es tratado para obtener gas de síntesis o syngas, que posteriormente se quema. Así se obtiene energía sin los indeseados residuos gaseosos.

Ambas técnicas se pueden combinar con las tecnologías que permiten el almacenamiento geológico de dióxido de carbono. Este método es simplemente bombear los gases resultantes a estratos bajo tierra capaces de almacenar estos restos gaseosos y contaminantes. Este proceso es complicado y costoso de aplicar en las antiguas centrales, pero es mucho más fácil incorporarlo en las que están en proyecto.

Es muy importante avanzar en el desarrollo de estas plantas modernas, ya que esta forma de energía es una de las que más van a usar los países emergentes.(China, India, etc). Si construyen sus generadores térmicos con estos avances industriales, el impacto medioambiental de su consumo energético disminuirá de forma significativa.

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