Domingo por la mañana. Algunas personas van a comprar churros, otras de senderismo o a ver a la familia, y yo, a escribir entradas del blog. Y es que voy un poco retrasado.
Bueno, después de este breve asomo a mi mejorable vida, mi propósito es continuar con la serie de entradas sobre los combustibles fósiles. Y además, en un aspecto que refleja los grandes avances tecnológicos que se producen, casi en silencio para el público general.
Uno de los hitos científicos del año 2010 fue la publicación de la creación de vida artificial por parte del equipo liderado por Craig Venter, eminente biólogo, especialista en biología molecular. Lo primero que he de decir es que esta afirmación era bastante exagerada por parte de los medios de comunicación. No es una forma de vida surgida de la nada, sino un híbrido, como explico a continuación,
Pero realmente lo que hizo Venter y sus colaboradores es muy importante. Conocian la secuencia del ADN de la bacteria Mycoplasma mycoides, formada por unas 700.000 bases de ADN.
Para aclarar, hay cuatro tipos de base del ADN, codificadas como A(adenina), G(guanina), C(citosina), y T(timina), y en una sección de un genoma se ordenarían así, por ejemplo:
AACCATTGGATTACCC
El orden de estas bases es lo que se denomina secuencia del ADN de un genoma. Para una mejor información, ver el siguiente video:
Bien, Venter copió la secuencia de ADN de la Mycoplasma mycoides base por base, o sea, letra a letra, gracias a un ordenador y una máquina para sintetizar ADN. Es decir, escribió en un ordenador una secuencia como la que he puesto como ejemplo
AACCATTGGATTACCC
y la máquina lo fabricó.
Una vez construida mediante este método el genoma de 700.000 bases, se introdujo en otra bacteria, Mycoplasma capricolum, a la que se le había extraído su ADN original, y la bacteria así formada empezó a funcionar normalmente como una bacteria Mycoplasma mycoides cualquiera, hasta en su reproducción.
Las dos bacterias indistinguibles: una natural y la otra híbrida |
¿Por qué es tan importante este descubrimiento?¿Y qué tiene que ver con los combutibles fósiles?. La respuesta es que ahora podemos introducir cualquier gen o serie de genes que queramos en un microorganismo y ajustar el funcionamientos de estas entidades a nuestras necesidades.
Ejemplo: podríamos diseñar una bacteria que formara petróleo de forma natural sólo con añadir un conjunto de genes apropiados con la máquina de síntesis de ADN. O que devorase petróleo y otros contaminantes de los vertidos en ríos, suelos y mares.
Esto no es fruto de mi imaginación. La investigación anterior y actual de Craig Venter está financiada por la industria petrolera, como alternativa a la explotación al petróleo mineral menos costoso y renovable.
Y es que esa imagen absurda de las compañías petrolíferas conspirando para eliminar cualquier fuente de energía que desplace al crudo es falsa. De hecho, estas empresas son los mayores fabricantes de paneles solares, por ejemplo. No es que sean altruistas, sino que si quieren tener un futuro competitivo, necesitan explorar todas las opciones en su ámbito de negocio.
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