Aunque el terror no es uno de mis géneros cinematográficos favoritos, sí he visto muchos films de horror más o menos truculentos, además de leer relatos de miedo, que es mi opción preferida para experimentar este tipo de historias.. Por ello, puedo hablar de mi sorpresa ante la reciente ola de historias sobre zombies en el cine, la televisión y la literatura.
Y es que en el cine ha habido un resurgir de películas sobre zombies en la que destaca la excelente Amanecer de los muertos de Zack Snyder, por no hablar de las españolos REC y REC 2
En la televisión tenemos el éxito de la primera temporada de The walking dead.
Y si uno pasea por la sección correspondiente en las librerías verá una pila de títulos tales como Apocalipsis Z, Orgullo, Perjuicio y Zombies, Guerra Mundial.Z,.
Y me resulta sorprendente porque yo nunca me he tragado las historias de zombies. Aceptando incluso la premisa de la animación de los cadáveres por medios naturales o sobrenaturales, no me creo las consecuencias cataclísmicas de semejante hecho. Que la civilización moderna se derrumbe ante las hordas de muertos vivientes sedientos de cerebros vivos es algo difícil de aceptar.
¿Por qué mi escepticismo?. Soy capaz de entrar en historias más inverosímiles que las de zombies. Pero lo normal es que la plaga de los no-muertos no mantenga cierta coherencia interna, es decir, que se desarrollan en el mundo moderno. Y yo conozco el efecto devastador de las armas que se emplean, no sólo en el ejército, sino en las fuerzas civiles. Y es imposible que una legión de cadáveres desarmados puedan con una tropa armada. La potencia de fuego de un pelotón de infanteria bastaría para contener a cientos de zombies. No digamos con apoyo de artillería, vehículos acorazados y aviación.
De hecho, así acaba una de mis películas de zombies favoritas, Zombies Party. Junto con la anteriormente mencionada Amanecer de los muertos y su predecesora Zombie, son a mi juicio las mejores de este subgénero del horror. Volviendo a Zombies Party, creo que es uno de los tratamientos más realistas a una posible epidemia de muertos vivientes, y eso que es una comedia.
En la siguiente entrada hablaré de los orígenes del mito zombie, y la imposibilidad de la reanimación de cadáveres.
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