Esta va a parecer una entrada oportunista por la reciente victoria del equipo de fútbol español en la Eurocopa 2012, pero no pretende serlo.
Quiero dejar algunas cosas claras.
- NO me gusta el fútbol
- En general, NO me gustan los deportes.
- NO soy seguidor de ningún equipo de fútbol
- Las competiciones deportivas a lo largo del año me son totalmente indiferentes.
Por ello, dedicar toda una entrada al deporte rey es algo fuera de lugar en mí.
Porque una excepción a mi natural desinterés en los deportes es cuando juega España en las competiciones de selecciones nacionales. Desde pequeño, he sufrido mucho como todo aficionado español. Recuerdos como el partido contra Brasil en el mundial de México 1986, los cuartos contra los italianos en el mundial 1994, la derrota contra Corea en el mundial de 2002, y el partido contra Malta con el 12-1.
La selección española de fútbol se le encendió la bombilla hace cuatro años en la Eurocopa de Austria-Alemania. Recordemos algo que a mucha gente se le ha olvidado: a la Eurocopa del año 2008 llegamos de casualidad. No conseguimos clasificarnos directamente en la fase ordinaria, y tuvimos que jugar la repesca para conseguir plaza en la Eurocopa en el último momento.
No sabemos que pasó por la mente de Luis Aragonés en los meses que medió la clasificación agónica de España, puede que se apareciera la Virgen, pero lo que es un hecho es que el equipo sufrió una transformación radical, con el famoso fútbol del takataka, en donde la técnica y la paciencia se imponía a la fuerza física y la rapidez.
El partido de semifinales contra Rusia fue realmente memorable, el mejor fútbol que se ha visto en décadas. Y la gran final ante Alemania. Todo el mundo emocionado ante una victoria de nuestra selección tanto tiempo ansiada.
Vicente del Bosque lo que ha hecho es seguir cavando en la veta que abriço el sabio de Hortaleza: confiar en la calidad de los jugadores, insistir en nuestro juego de pase, incrementar la efectividad de nuestra defensa, perder los nervios ante nuestros rivales..
Y el mundial llegó. Y se empezó perdiendo ante Suiza. Pero en un equipo ya cohesionado, esto fue un revulsivo para seguir adelante. El paradón de Iker contra Paraguay, el gol de cabeza de Puyol frente a Alemania, todo ello fue conduciendo a un momento soñado por los españoles: llegar a la final de un mudial(¡cuántos habían declarado no hacer determinadas cosas a no ser que España llegara a la final!)
Cuando marcó Iniesta en el minuto 116 de la prórroga siempre recordaré ese segundo eterno en que no me atrevía a cantar el gol por si lo anulaban, la última infamia de un arbitraje horrendo durante ese partido. Pero no, el tanto no fue anulado y pudimos ver el alzado de la Copa del Mundo de manos de Iker Casillas.
Y esta Eurocopa el juego del equipo no ha sido deslumbrante. Se notaba el cansacio generalizado debido a las exigencias deportivas de los clubes, y la decisión de Del Bosque de prescindir del delantero centro ha rebajado la velocidad y acierto del equipo. Eso sí, defensivamente España ha estado magistral, hecho demostrado por el único gol encajado en toda la Eurocopa.
La arriesgada apuesta de Vicente del Bosque respecto a al ausencia de delanteros ha abierto una nueva fórmula para el fútbol, pero creo que en España ha funcionado a causa de la altísima calidad y talento de nuestros jugadores.
El partido de esta final ha sido sublime. Cuando Thiago Metto se lesiono en el primer cuarto de la segunda parte, casi(digo casi) me dieron pena los italianos. España perdono mucho a Italia. El 4-0 podía haber sido un 6-0 o 7-0, pero tampoco era bueno un abuso semenjante.
Por fortuna, el equipo español ha entrado en los anales de la historia deportiva, y este maravilloso combinado ha hecho que una generación de jóvenes puedan lucir con orgullo los colores de nuestra patria sin miedo a que se les califique de retrógrados o fascistas.
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