¡Qué indolencia y desidia!. Casi un mes sin publicar nada, y eso que tenía cosas de que hablar. Pero es verano, y como es obvio, prefiero disfrutar del ocio estival que ponerme a escribir el blog. Sobre todo de temas como el que trato en esta entrada.
Vayamos por partes:
La situación económica.
El pasado mes de mayo, Bankia, una de las entidades financieras del pais, requirió del gobierno la inyección del gobierno de cerca de . Ademas de ésta, otros bancos como Novacaixa, Cataluña Caixa, Banco de Valencia, etc. solicitaron ayuda para obtener liquidez.
Esto es algo que han hecho los bancos en todo el mundo durante el transcurso de la crisis. El problema está en que en la actualidad, el estado español carece de la solvencia necesaria para pedir el dinero requerido por su sistema financiero para purgar sus malas inversiones.
Por ello, tras una ardua negociación, el gobierno obtuvo del la unión europea un fondo de hasta 100.00 millones de euros para proceder al saneamiento del sistema financiero español y que no caigan bancos provocando una oleada de pánico en la economía europea y mundial.
El precio.
Pero esto tiene un coste: el compromiso de Mariano Rajoy de efectuar profundas reformas y ajustes en la economía española. Y de alli el recorte de 65.000 millones de euros en dos años y medio.
Los puntos más destacables de esta medida ha sido la supresión de la paga extra de Navidad a los empleados públicos, la subida de IVA, y la reducción del 30% del número de concejales.
Como cualquiera que haya podido ver las noticias estas últimas semanas, estas disposiciones han despertado el rechazo de los funcionarios y otros colectivos.
Uno de los puntos de la oposición a las medidas adoptadas por el gobierno es que se quita el dinero a los funcionarios y a la gente en general para dárselo a los bancos. No es realmente así, pero si así fuera, las consecuencias de la quiebra de nuestro sistema financiero serían mucho peores. ¿Han pensado que si desaparecen los bancos, el dinero de la gente se esfuma?. Porque el fondo de garantía de depósitos es una filfa. Una vez que se agote no hay más dinero. Y entoces la misma gente que se queja de los banqueros y del gobierno serán los mismos que les dirán a los políticos que porque no inyectaron financiación a los bancos para que no quebrasen.
Mi opinión.
Y después de este somero resumen una pregunta: ¿eran imprescindibles los recortes tal y como los ha hecho este gobierno?
Mi respuesta es NO.
Pero no me refiero a esas estúpidas y demagógicas medidas que circulan por ahí como el aumentar el impuesto de sucesiones, patrimonio y actividades económicas, la vilipendiada "tasa Tobin", o, en el colmo de la ignominia, la supresión de supuestas ayudas a la Iglesia Católica(que no existen), una de las pocas organizaciones que ayudan a diario a millones de personas que saben la respuesta que recibirían a su petición de auxilio a las puertas de sindicatos, partidos y demás organizaciones.
Me refiero a la restructuración completa de nuestro estado y nuestra sociedad
NO se pueden mantener 8.800 ayuntamientos.
NO se pueden mantener 17 comunidades autónomas.
NO se pueden mantener las televisiones públicas.
NO se pueden mantener los conciertos fiscales como el vasco y el navarro
NO se pueden mantener las subvenciones a partidos, patronal y sindicatos.
NO se pueden mantener subvenciones y ayudas a industrias como la minería y el cine.
NO se pueden mantener 3 millones de empleados públicos
NO se pueden mantener miles de empresas públicas.
NO puede ser que en España sea más díficil montar una empresa y contratar trabajadores que en Marruecos o Pakistán.
NO puede haber 17 legislaciones ambientales, comerciales, administrativas,...
NO puede haber un sistema judicial dependiente de los políticos de turno.
Cuando todo esto haya sido eliminado, la crisis acabará, el crédito volverá a fluir, y los recortes a los sistemas sanitarios, sociales y educativos no serán tan duros, si son necesarios. La economía española subirá como un globo que ha soltado el lastre que lo mantenían en el suelo.
¿Por qué no se efectúan estas reformas imprecindibles?
La respuesta es debida a la cobardía del gobierno de Mariano Rajoy y su gobierno.
COBARDÍA ante los nacionalistas: nunca entederé el complejo que tienen los políticos de este país ante los nacionalistas, individuos cuyo máximo objetivo es la destrucción de nuestra patria, a ser posible llenándose los bolsillos con nuestro dinero y pisoteando los derechos de los españoles, empezando por los que viven en sus regiones de influencia.
COBARDÍA ante los socialistas y demás izquierda: no vaya a ser que nos llamen fascistas, destructores de los derechos sociales y demás zanrandajas.
COBARDÍA ante los cargos de PP: los puestos de los miembros del partido deben ser conservados para evitar rebeliones internas y que el PP se descomponga en grupúsculos regionales como el partido de Cascos en Asturias.
COBARDÍA ante Angela Merkel: ya que ésta, en una postura irreprochable desde una perspectiva alemana, lo único que quiere es que sus bancos cobren el dinero que nos han prestado, y le importa un carajo la economía española. Aplicando una subida generalizada de impuestos, y no exigiendo auténticos cambios en España, se garantiza una economía española no competitiva con la alemana y financiar Alemania a coste cero.
COBARDÍA ante el FMI y la Unión Europea, que como Alemania, sólo les importa cobrar sus préstamos.
CONCLUSIÓN.
Al final, Rajoy sólo consigue ganar tiempo para mantener el chiringuito infecto que los políticos de este país se han montado para sí.
Porque lo realmente trágico de todo esto es que al cabo de todo, cuando estos maquillajes se hayan caído y España esté en quiebra, va a tener que hacerlo. Como le dijo a Chamberlain Churchill, tras venir éste muy ufano con la firma del desmembramiento de Checoslovaquía a manos de los nazis: "Ahora teneís el deshonor, pero al final tendréis el deshonor y la guerra". Pues eso. Rajoy ahora tiene el descontento popular por no enfadar a sus colegas políticos, y al terminar tendrá el descontento de la gente y el conflicto politico.
Otra cosa preocupante es que nadie en este país está dispuesto a asumir las consecuencias de las medidas realmente revitalizadoras de la economía:
Sí, te admiten, la administración está sobre dimensionada, pero que no me supriman el municipio de mi pueblo de 500 habitantes.
Sí, las televisiones públicas sobran, pero que no me quiten mi canal autonómico, que ponen los partidos de mi equipo y salen las fiestas de mi barrio.
Sí, hay que unificar legislaciones, pero que el entorno del pájaro autóctono de mi terruño que no me lo toquen.
Y así podría enumerar las contradicciones de este pueblo que todavía tiene metido en la cabeza que el Estado proveerá y que posee unos "derechos" sociales que se les tienen que dar por la cara.