Para los que no me conozcan, mi género literario favorito es la ciencia-ficción. También me gusta la fantasía y el terror, pero sin duda, mi preferido es éste.
Hoy voy a tratar la novela El Colapsio, de Wil McCarthy, libro del que leí su argumento en una librería y me atrapo desde el principio. Aquí la sinopsis.
En el reino de Sol, los secretos de la materia han sido descifrados y la
misma muerte es solo un recuerdo gracias a dos asombrosas tecnologías,
la roca pozo y el colapsio. Bruno de Towaji, inventor de este último,
sueña con construir un artefacto capaz de sondear los lugares más
remotos del espacio-tiempo. Marlon Sykes, su rival en el amor y en la
ciencia, trabaja en un vasto proyecto: la construcción de un anillo de
colapsio alrededor del sol. Pero en el momento en el que un despiadado
saboteador ataca el anillo de colapsio, ambos científicos tienen que
dejar a un lado su enemistad personal y unir sus prodigiosos intelectos
para prevenir la destrucción del sistema solar… y de toda la vida que
hay en él.
Subgéneros de la ciencia-ficción.
Antes de entrar a fondo en la novela, quiero dar una clase didáctica acerca de subgéneros en la literatura anticipativa.
El libro presente pertenece a la denominada ciencia-ficción hard. El término hard no tiene nada que ver con el porno ni con el sexo duro(bien, al incluir estas dos palabras he aumentado mi posicionamiento en los buscadores, seguro). La palabra hard se traduciría como duro, y hace referencia a las novelas de ciencia ficción con una notable exposición de conceptos científicos y especulaciones tecnológicas. Tienen un nivel que hace muy difícil su lectura a personas que no tengan una formación previa en ciencias.
Por fortuna, para los lectores no versados en el conocimiento científica, existen relatos de otros subgéneros de la ciencia ficción que son accesibles a un público más amplio.
Para ello están las llamadas space opera, libros cuyo argumento es más cercano a un relato de aventuras, pero desarrollado en un escenario espacial. Estos libros son hedederos directos de los escritores clásicos de ciencia-ficción de los años 40, 50 y 60, creadores de las novelas pulp y revistas como Amazing Stories.
También existe un subgénero en el que la trama especulativa se combina con grandes dosis de divulgación científica. Un ejemplo concreto son las obras de Robert J. Sawyer como "El Cálculo de Dios", o "El Experimento Terminal".
Pero vuelvo a la novela en cuestión.
Crítica de "El Colapsio".
Un primer detalle curioso de esta novela es que el protagonista es ¡español!. Más concretamente de Gerona(no Girona, estoy escribiendo en español. Sería como decir London en vez de Londres). Hasta el autor se permite incluir unos versos de una canción en catalán.
Porque uno de los elementos fundamentales de la novela es la construcción del personaje de Bruno de Towaji. Es una persona compleja, un eremita de la ciencia después de una vida frívola como consorte de la reina del Sistema Solar, poseedor de una riqueza inimaginable. Y sin embargo, torpe e inseguro en las relaciones sociales, y que saca sus mejores cualidades en las crisis. De hecho, encaja a la perfección en la definición de antihéroe: una persona que se comporta heroicamente cuando la situación lo requiere, pero ni busca ni quiere este "honor"
Otras de las bazas de la novela es que esta dividida en tres partes. Esto facilita su lectura, ya que pueden leerse como tres relatos independientes y consecutivos. Y la calidad de la trama va aumentando, siendo la última la mejor, con un excelente clímax con el enfrentamiento final del héroe y sus compañeros contra su némesis.
Una de las prospectivas que hace el autor es respecto a la aplicación que hace la entidad maléfica de la de la tecnología expuesta en la novela para provocar sufrimientos inimaginables en sus víctimas.
Además de Bruno de Towaji y Marlon Sykes, los dos científicos rivales protagonizan la novela, hay una serie de personajes secundarios curiosos que nos permiten entrar en la sociedad existente en el Reino del Sol. Como la propia Reina , la detective.
La novela, aparte de su proyección especulativa en cuanto a ciencia y tecnología(terraformación, materiales increíbles, salud y juventud eternas, etc.), es más una novela de misterio y suspense. Y en su última parte, es pura acción.
Quiero llamar la atención sobre una reflexión sobre la inmortalidad. Bruno dice algo que yo he pensado: "y viviremos hasta el fin de los tiempos, y cuando éste llegue, nos diremos: ¿ya, tan rápido se ha pasado todo?". Creo que los seres humanos somos así: aunque nos dieran millones de años de vida, siempre nos parecería que es demasiado corta.
El libro me ha agradado mucho, y me encanta su bonito final. Pero sólo es para fanáticos de la ciencia ficción como yo. Otros, o les aburrerían, o no lo entenderían..
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