Mi séptima entrega sobre este escritor francés. Hoy toca Mis amigos, Mis amores.
Como siempre una breve sipnosis.
Antoine y Mathias son dos parisinos amigos desde la infancia. Ambos están divorciados y tiene un niño y una niña, respectivamente. Antoine vive en Londres trabajando como arquitecto.Mathias vive en Paris. Antoine, viendo a su amigo Mathias insatisfecho y con su hija estudiando en Londres, le propone una idea: que se traslade a vivir con él a Londres. Y acepta.
Esta es la trama inicial de este libro, que es, siento decirlo, de los más flojos de Levy.
Aunque en esta ocasión prescinde de cualquier propuesta fantástica, y la historia está anclada en la realidad, eso no significa que el desarrollo de la novela sea más plausible. No tanto la proposición inicial, sino las situaciones que van surgiendo a lo largo de la historia.
La prosa desplegada por Levy es muy básica, y su descripción de los personajes es menos profunda de lo que es habitual. Y no empatizas con ellos: a Mathias lo consideras un voluble, y a Antoine un ciego que no sabe lo que tiene delante.
Esto tiene como consecuencia que sus respectivas historias de amor están desvirtuadas. De forma directa: no tienen la chispa de sus otras novelas. Excepto la de Antoine(un auténtico amor clandestino el de su amada), el más interesante romance lo viven dos de los entrañables secundarios.
Sí, porque la falta de garra de los personajes principales, se ve en parte compensada por la existencia de otras figuras en la trama, como Yvonne, la propietaria del restaurante al que acuden habitualmente Antoine y Mathias en Londres, o la amiga de Antoine, Sophie. A destacar los hijos de Antoine y Mathias, Louis y Emily, tiernos infantes testigos de la vida de los adultos, conscientes ellos mejor que éstos de los sentimientos de cada uno.
Como ya he mencionado, el principal problema del argumento es su verosimilitud. Es absurdo que alguien como Mathias asuma semejante cambio en su vida, y más tarde ponga trabas a que este cambio se produzca. Es absurdo que antoine no se de cuenta de la persona que lo ama. Y es una insulto a la inteligencia del lector que ambos inviertan tanta energía emocional y patrimonio financiero para que este todo siempre pendiente de un hilo en la convivencia que han elegido.
Una vez mi hermana me dio un sabio consejo: "Yo estaba muy bien soltera. Si me casé fue para estar mejor, no peor". Esto parece lógico, pero no lo es tanto. Hay gente que quiere estar en pareja a toda costa, a pesar de que ésta no sea la adecuada, o te haga la vida más difícil que cuando estabas solo. Y es que el miedo a la soledad, al abandono, al desamparo puede influir de forma poderosa en las decisiones de las personas, sobre todo a determinadas edades.
En resumen: ¿Se puede leer la novela sin sufrir graves daños?. La respuesta es sí. No está mal escrita y es fácil de leer. ¿Es tan buena como las demás de Levy? Ni de lejos. No transmite la pasión de sus otros escritos. Es como si el autor se hubiera conformado con presentar a los personajes, trazar historias de amor, y no se ha preocupado de evaluar si esas emociones pueden percibidas por los lectores, o en darle un empaque adecuado a la historia.
PS: se me olvidó totalmente. En esta novela, siguiendo la tradición del autor, aparecen dos personajes de las novelas anteriores, es este caso Lauren y Arthur, que están de viaje por Escocia en donde se encuentran con los protagonistas de este libro. Gracias a ello sabemos que ha sido de ellos y de paso del inspector Pilguez.
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