Marc Levy es un escritor nacido en Francia en 1961. Durante sus estudios de Administración y Computación , estuvo trabajando de voluntario para la Cruz Roja, en la sección dedicada al rescate de personas atrapadas en accidentes de tráfico o derrumbes. Después fue coordinador de voluntarios en la zona de Paris.
En 1984 emigra a los EEUU donde funda empresas dedicadas al diseño gráfico por ordenador. En 1993 vuelve a Europa para crear un estudio de arquitectura y diseño de interiores.
En el año 2000 publica su primer libro escribió un relato destinado a su hijo, y tras insistir mucho su entorno, se decidió a publicarlo.
Desde entonces sus libros que han sido traducido a 41 idiomas y vendido más de 20 millones de ejemplares . Es el escritor más leido en Francia.
Sus pasiones son la música, la cocina y la aviación(!).
Sus pasiones son la música, la cocina y la aviación(!).
Su obra
Sus libros se enmarcan en el género romántico, es decir, sus historias tienen como eje una relación amorosa. Esta rama de la literatura es denostada en general, y con razón. Sólo hay que leer las sinopsis de algunas de estas novelas para imaginar el contenido nefando de sus páginas.
Por fortuna, Levy no puede encasillarse en este estereotipo(de lo contrario, yo no estaría escribiendo esto). En primer lugar, su prosa es más que solvente. No es que sea alta literatura, pero escribe de forma aseada, lo cual ya es un mérito.
Algo positivo de sus novelas es que, aunque el tema central sea el romance de los protagonistas, no descuida los personajes secundarios, ni otras tramas paralelas. En algunos casos, estas historias te interesan y emocionan más que la principal.
Una de las caracteristicas de los libros de Levy es que suele incluir alguna proposición fantástica que el lector tiene que asumir para seguir la historia. Lo usa en siete de las novelas que he leído. Como gran aficionado al género de la ciencia ficción y fantasía, esto no ha supuesto ningún problema para mí.
Otra cuestión que me gusta, es la inclusión de personajes de unas novelas en otras. Esta es una técnica ya empleada por Benito Pérez Gáldos en su ciclo de novelas sobre Madrid. Siempre me ha agradado este artificio literario porque da consistencia al universo en que se desarrolla la obra de escritor. Ahora es usado en la televisión por motivos obvios: la creación de spin-off(series procedentes de otras), como son los diferentes CSI.
Describe con gran cariño y belleza los entornos en que se desarrollan las novelas. Se nota que son lugares en que él ha estado o como mínimo ha estudiado con gran detenimiento. Transmite los sentimientos que provoca la visita a esos parajes.
Otro hecho evidente es que no usa negros. Hay muchos autores de superventas que se nota a la legua que partes enteras de sus libros están escritas por otra mano, sobre todo al referirse a cuestiones técnicas. ¿Cómo sé que este hombre no los usa?. Primero, porque en algunas novelas he detectado ciertos errores que indican que ha sido él quien se ha tirado a la piscina. No ha recurrido a algún profesional para que le escriba esa parte. Y segundo, Levy tiene un estilo narrativo propio que mantiene incluso en novelas de argumento dispar. La lectura de una docena de páginas ya indica que ha sido escrito por él.
Los personajes protagonistas de sus novelas son casi siempre personas cultas, con profesión liberal, con cierta solvencia económica. Como es lógico, Levy retrata el entorno social al que él está habituado. Y no se lo recrimino. Los novelistas suelen escribir de las cosas que conocen de primera mano. Como decía Tolstoi en su prólogo de Guerra y Paz: "escribo sobre la aristocracia porque es lo que me interesa".
En la parte negativa, como no podía ser menos, algunas de sus páginas pueden ser calificadas como una cursilería o sentimentaloide. Pero esto es género romántico. Y si uno no se pone cursi cuando está enamorado, no tiene sangre en las venas.
Tiene una cierta tendencia a forzar las tramas sin necesidad. El autor pide al lector muchas veces que acepte giros inverosímiles. Ya es decisión de este último seguirlo o no. Pero hay límites a lo que se puede exigir en una narración, sobre todo cuando se suman más datos. Y lo que es más importante, sin necesidad. Si la historia se va desarrollando bien, ¿para qué liarse con nuevas proposiciones argumentales que menoscaban la naturalidad del relato?
Mi impresión general es que, a pesar de estos aspectos negativos(mínimos), su lectura es recomendable y entretenida. Su nivel es bueno y merece la pena el tiempo dedicado a su lectura. Se conocen bonitos y evocadores lugares, sientes empatía por los personajes, y descubres frases que expresan ese sentimiento tan indefinible como es el amor.
A lo largo de los días iré publicando críticas más específicas a sus libros.
Esta entrada, y todas las que le siguen sobre este escritor, van dedicadas a mi única seguidora del blog, mi amiga Alicia. Si no es porque a ella me descubrió a este escritor, jamás lo hubiera leído. Muchas gracias por ello y por tu amistad.
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