El pasado 11 de mayo de 2011, dos terremotos de 4,5 y 5,1 de la escala Richter sacudieron la localidad murciana de Lorca. Entres sus devastadores efectos hay que contar nueve fallecidos, miles de personas damnificadas, edificios inhabitables, el patrimonio artístico destruido...¿Por qué ha sido tan destructivo un seísmo que a priori no es especialmente intenso?. Esto es lo que pretendo contestar con esta entrada.
Primero quiero aclarar en que consiste la escala Richter. Esta es una regla de medida de la intensidad de un movimiento sísmico. Es una escala logarítmica. Esto significa que entra una cifra y la siguiente no hoy una unidad, sino diez. Un terremoto de 5 no es una vez mayor que uno de 4, sino 10 veces más.
Después de este apunte, quiero destacar que la escala Richter mide únicamente la energía producida por el terremoto, no sus efectos en la superficie. Esto se registra gracias a la escala Mercalli Modificada.
Y es que las consecuencias destructivas de los seísmos depende de una gran cantidad de factores, entre los que se puede señalar:
- La distancia del epicentro de los lugares poblados y su profundidad. Cuánto más cerca de una población y más superficial sea un movimiento, más intensos son sus efectos.
- El tipo de terrenos geológicos en las que se encuentran las estructuras. Un terreno blando y con un nivel freático alto puede producir un fenómeno denominado licuefacción del suelo: el agua subterránea asciende y, literalmente, el terreno se licua, con la destrucción que ello supone.
- La legislación sísmica para la construcción de edificios e infraestructuras. Y esto es muy cruel: hay terremotos de pobres y de ricos. Un terremoto de magnitud 7 en Seattle no causa víctimas, y uno de 6 en Haíti mata a 350.000 personas.
El terremoto que afectó a Lorca se produjo a menos de un kilómetro del casco urbano, y a 2 de profundidad, en la falla del Guadalentín. Esta es la principal razón por la que el seismo arrasó la población. Gracias a que las normas de construcción en Murcia se ajustan a que esta regíón se encuentra en una zona de riesgo sísmico, no se han producido una enorme sucesión de derrumbes de viviendas, como ocurrió en el terremoto del norte de Turquía en 1999.
Como el movimiento fue muy superficial, los daños principales se centran en los bajos, entresuelos y primeros y segundos pisos. Todas las iglesias antiguas de Lorca quedaron afectadas, debido a su construcción con mampostería y argamasa rígida. Las edificaciones que mejor resisten los embates sísmicos son aquellos que pueden oscilar, que tienen tolerarncia al movimiento. Además, deben ser más lígeros en las zonas altas. Esta es la razón por la que se prohibe construir piscinas en los pisos altos en las zonas de riesgo sísmico.
Para una información geológica completa, aquí está el informe del Instituto Geológico.
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