Este sí que es un tema espinoso y difícil de tratar. Cualquier sugerencia de cambio de nuestro actual sistema público sanitario es atacado y vilipendiado. Pero es evidente que este modelo de gestión de la sanidad en España debe acometer una serie de importantes reformas.
Vaya por delante que estoy totalmente a favor de una sanidad universal y garantizada por el Estado. Esta afirmación me haría ganar el apelativo del peligroso liberal en algunas zonas de EEUU. Pero tengo tres poderosas razones
1.- Es un hecho demostrado que un sistema sanitario universal es más barato que un sistema basado en la contratación personal de los servicios sanitarios. Así, los costes por paciente en los EEUU, paradigma de una sanidad basada en los seguros sanitarios, son unos cinco veces más caros que los costes en los sistemas universales como el español o el británico.
2.- En el mundo actual, existen dos amenazas ciertas a nuestras sociedades:
- una pandemia de una enfermedad altamente infecciosa, como un virus de la gripe, o un brote de ébola o dengue.
- un ataque terrorista usando armas de destrucción masiva: nucleares, biológicas o químicas.
Uno de los factores fundamentales para la prevención de estos peligros es poseer una extensa red sanitaria a la que la gente no tenga miedo a acudir pensando en su coste.
3. Por último, aunque no menos importante, creo que este modelo es mejor desde el punto de vista ético, y permite paliar muchas situaciones de sufrimiento y falta de equidad.
Una vez dejado esto claro, también opino que nuestro sistema sanitario puede y debe mejorarse. Que el Estado garantice la asistencia sanitaria a todos no significa que sea obligatorio que éste gestione la totalidad del sistema de salud.
Uno de los defectos de los sistemas univesales es que los tratamientos a los que pueden ser sometidos los pacientes deben ser limitados. Esto se realiza mediante cómites médicos que optan por autorizar el uso de determinados tratamientos según una relacíón coste /beneficio muy subjetivo, si no influenciado por la política en el peor de los casos.
Así, podemos contemplar casos extremos en los que la sanidad pública andaluza costea las operaciones de cambio de sexo en vez de la atención odontológica a niños. Con todos mis respetos a las personas transexuales, creo que las proridades sanitarias deberái ser otras.
¿Existe un sitema mejor?. Sí. En Singapur llevan dos décadas aplicando con gran éxito una estrategia basada en la economía mínimamete invasiva (keyhole economic). Este método supone la máxima responsabilidad y poder de decisión por parte de los pacientes.
Esto se traduce en la práctica en que los ahorros destinados a cubrir la asistencia médica van a una cuenta bancaria de alto interés, en vez de al Estado. Una parte se destina a un seguro médico que cubriera las patologías graves, y a estos gastos medicos contribuiría el Estado en caso de pobreza o enfermedad crónica. Lo bueno de este sistema es que la mayoría de la gente disfruta en su juventud de buena salud, por lo que suele acumular un capital extra que más tarde puede ir a algún gasto sanitario no esencial (cirugía estética, tratamientos no cubiertos por seguros, etc.). La decisión es responsabilidad integra del paciente.
Este tipo de iniciativas tienen que abrirse paso en el debate público. El actual sistema es insostenible por costes y deterioro de la atención médica. Hay que plantear seriamente temas como la gestión privada de los elementos de la administración sanitaria.
Todo tiene que cambiar. YA.
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