Este tipo de ordenadores, sobre el que se está investigando activamente, se basa en la aplicación de las leyes de la física cuántica al campo de la computación.
La característica fundamental en que se basan estos ordenadores es el qubit. Un bit en una computadora normal es un 1 o un 0. Un qubit puede tener cualquier valor entra 0 y 1. Estos qubit están representados en la realidad por algún elemento físico con un estado cuántico definido: un electrón, un átomo, una molécula, etc.
Aquí vemos una serie de átomos de rubidio (en rojo) representando cada una un qubit |
¿Qué ventaja supone el uso de qubits? Pues que operaciones increíblemente complicadas para un ordenador convencional, como es la desencriptación de mensajes, se vuelvan rapídisimos. De hecho, si algún genio hubiera conseguido un ordenador de este tipo, podría entrar sin esfuerzo en todos los sistemas informáticos protegidos del mundo. Si quieren ver el poder que esto conlleva, recomiendo el visonado de la película "Sneakers". Tiene casi 20 años y no ha perdido ni un ápice de su actualidad. Como otra película interesante de transfondo informático: "Juegos de guerra".
Pero, por fortuna o por desgracia, la síntesis de un ordenador cuántico es muy complicado. Esto es debido a que la obtención de unos estados cuánticos estables y definidos que permitan cálculos requieren un aislamiento y unas condiciones de operación del sistema cuántico que aún no se han logrado.
Cuando estos dispositivos puedan ser usados, lo primero que cambiará son las técnicas de criptografía. La criptografía consiste en codificación y protección de datos en el entorno informático, con lo podemos efectuar transacciones bancarias seguras, salvaguardar nuestro perfil de Facebook, etc. Si la computación cuántica habilita para asaltar los secretos depositados en los ordenadores, también facultan para la protección de mensajes imposible de descifrar, físicamente imposibles de descifrar.
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